miércoles, 9 de mayo de 2007

Un doble del Papa Benedicto causa sensacion en Sao Paolo


Un brasileño hijo de andaluces de sorprendente parecido con Joseph Ratzinger acapara la atención de la gente en Sao Paolo, junto a la casa que tienen aquí los jesuitas. "Soy el sosias del Pontífice, aquí tiene usted mi tarjeta", dice, lanzando de paso una bendición.

Moacyr vive de este parecido desde hace dos años, cuando Ratzinger fue elegido y que representa para el falso Papa un ventarrón de prosperidad.

Disfrazado con los paramentos pontificios, mantiene una cierta dignidad cuando unas mujeres vienen a besarle la mano. Acepta sacarse fotos con peregrinos y turistas. Lanza una mini prédica en favor de la paz en el mundo. En ningún momento nadie se burla del verdadero Benedicto XVI que está por llegar y al que todos, hasta Moacyr, dan la bienvenida.

El centro de San Pablo tiene un tráfico infernal, como en el resto de la megalópolis. Para regresar del centro viejo al centro internacional de prensa entre autopistas, coches y demasiados camiones, se tardan más de dos horas.

Frente a la Catedral, en la plaza hay grandes grupos escuchando a los predicadores de lo que la Iglesia Católica llama "las sectas". Los pastores se agitan, gritan, reciben aplausos y continuos: "Aleluya!".

El pastor Edivaldo ha hecho dibujar con tiza blanca en el suelo la silueta del Papa, al que ataca, y advierte: "Los milagros los hace Cristo no la Virgen María de Aparecida". Sus adeptos tienen varias biblias abiertas, leen en voz alta algunos párrafos en apoyo de las prédicas de Edivaldo.

De golpe se presenta, seguido por los guardaespaldas y un cortejo de curiosos, el falso Papa. Uno de los pastores protestantes comienza a gritarle, poseído: "Satanás! ¡Fuera, Fuera!". Moacyr llega hasta las escalinatas de la Catedral y sonríe. Manda más bendiciones a los grupos de evangélicos y pentecostales. Saluda también a los grupos de gente que vive en la calle y que protesta con carteles porque la Policía los está echando fuera del centro en los días en que el Papa estará en San Pablo.

A pocas cuadras se encuentra el monasterio benedictino de San Bento. Enorme. Los monjes de San Benito comenzaron a construirlo poco después de su llega a Brasil, en 1598. El Papa se alojará aquí durante su estadía en San Pablo, junto con 14 miembros de su comitiva. El abad es un ingeniero electrónico que comanda a 39 monjes. "El Papa no pidió nada. Aquí comerá y descansará", explica.

Afuera hay pequeños grupos. Resulta extraño, pero por ninguna parte se ven grandes retratos de Benedicto XVI, banderas brasileñas y vaticanas, carteles pasacalles, toda la parafernalia que se usa en estos casos para saludar la llegada de un Papa. Entre los que aseguraron a Clarín que no se moverán de allí hasta hoy al anochecer, cuando el Pontífice salga a saludar desde el balcón, está Elio Días, una especie de "Angel de la Paz", como se reconoce.

"Tengo 37 años y he hecho una promesa", explica. Para las fotos abre las alas y muestra la palabra "PAZ", con grandes letras negras. "Iré caminando desde aquí al santuario de Aparecida, a 170 kilómetros, y trataré de llegar para la misa del Papa del domingo".

Fuente: Clarin.com

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