sábado, 12 de mayo de 2007

El Papa pide a los sacerdotes que no se descuiden en la evangelizacion


Como receta, Ratzinger hizo una llamada a «una evangelización metódica y exhaustiva ('capilar' fue el adjetivo empleado)» que tampoco descuide «el pan material» y tenga especial atención por la pobreza. Haciendo hincapié en este aspecto social, ligado a la Teología de la Liberación, el Papa llamó a la Iglesia a concienciar a políticos y empresarios a «dar un rostro humano y solidario a la economía». Incluso a formarles en la «veracidad y honestidad», para que busquen el bien común y no «el provecho personal». Junto esta llamada de urgencia a «un salto de calidad en la vida cristiana del pueblo», la de trabajar contra la desigualdad entre ricos y pobres fue el otro mensaje claro de un discurso muy intenso.

Pronunciado por la tarde a los obispos en la catedral de Sao Paulo, fue el contrapeso realista a la celebración festiva de la mañana, con la canonización del primer santo brasileño, el fraile Antonio de Santa Anna Galvao, conocido popularmente como Frei Galvao. Fue el mayor baño de multitudes del Papa previsto en este viaje y asistió un millón de personas, según la organización. Mucha gente, pero Sao Paulo es la tercera ciudad más poblada del mundo, con 17 millones de habitantes y Brasil el país con más católicos del planeta, unos 120 millones. No es un secreto que el encuentro del Papa con los jóvenes de la noche del jueves, al que asistieron 40.000 personas, cumplió expectativas.

El Papa ha venido precisamente a Brasil con el propósito declarado de revitalizar con su presencia la Iglesia católica en el continente y por la tarde se puso manos a la obra, una tarea que completará mañana cuando inaugure la quinta cumbre de obispos de Latinoamérica (CELAM) en Aparecida. «Es verdad que los tiempos presentes resultan difíciles para la Iglesia y muchos de sus fieles están atribulados, la vida social está atravesando momentos de desamparo desconcertante», reconoció el pontífice.

Ratzinger citó los ataques «impunes» al matrimonio y la familia, así como los «delitos contra la vida», la «herida» del divorcio y las parejas de hecho. Pero no se quedó en la crítica a los gobiernos, también apuntó a quienes dentro de la Iglesia ponen en cuestión el celibato y «dan preferencia a cuestiones ideológicas y políticas», una censura del debate sobre este asunto que hasta ahora parecía admisible, aunque fuera sólo para reiterar la doctrina tradicional.

Fuente: La Rioja

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