El Portavoz de Vaticano explica el viaje del Papa a Brasil
Benedicto XVI presentará el amor de Cristo como la auténtica liberación al visitar Brasil para inaugurar la Quinta Asamblea General del Episcopado Latinoamericano, explica el director de la Oficina de Información de la Santa Sede.
El padre Federico Lombardi S.I. ha dedicado al viaje del Santo Padre a Sao Paulo y Aparecida, que tendrá lugar del 9 al 14 de mayo, el editorial del último número de «Octava Dies», semanario de información del Centro Televisivo Vaticano, del que también es director, y distribuido por numerosos canales de televisión del mundo.
El Papa, aclara el padre Lombardi, «tiene la preocupación por la evangelización. “Discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida” es el tema de la gran asamblea de los obispos en el Santuario de Aparecida».
«El Papa se basará, como siempre, en el corazón de nuestra fe y de la misión de la Iglesia: Jesucristo nos hace conocer a Dios y su amor, y de este modo nos libera y nos salva», afirma el portavoz vaticano.
Según revela, el Papa profundizará en tierras brasileñas sobre «cómo es el fiel anuncio de Cristo en un continente en el que, además de los desafíos comunes al mundo secularizado, la difusión de las sectas se ha hecho sumamente virulenta, sembrando gran confusión en la vida religiosa del pueblo».
«Además --sigue diciendo--, el anuncio de Cristo tiene lugar en sociedades que están desarrollándose, pero que todavía sufren gravísimas situaciones de injusticia y pobreza, en las que el compromiso cristiano no puede dejar de afrontar las realidades políticas, económicas y sociales para buscar eficazmente una mayor justicia, una condición verdaderamente humana de vida».
Repasando el programa del viaje papal, el padre Lombardi destaca algunos acontecimientos de Benedicto XVI: los encuentros multitudinarios en Sao Paulo, especialmente con los jóvenes, «tan numerosos en Brasil».
«Junto a él, toda la Iglesia irá en peregrinación espiritual, rezando para que América Latina pueda seguir llamándose, como lo hacía Juan Pablo II, “continente de la esperanza”», concluye.
Fuente: Zenit. org
No hay comentarios:
Publicar un comentario