En tres ocasiones visito Juan Pablo II al Brasil
Benedicto XVI comenzará hoy su viaje pastoral a Brasil, su primera visita al continente americano, después de dos años de Pontificado en los que apenas ha abandonado el continente europeo. Hoy miércoles, el Santo Padre llegará a un país que todavía recuerda a su antecesor, que les visitó en tres ocasiones, llevando su mensaje y su carisma por prácticamente todos los estados que componen el mayor país católico del mundo.
Juan Pablo II visitó Brasil en tres ocasiones durante su largo Pontificado, en 1980, 1991 y 1997. En los dos primeros recorrió el país para visitar 23 ciudades, todas capitales de los estados brasileños, excepto la pequeña localidad de Aparecida, donde consagró el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Aparecida, dándole el título y los privilegios de Basílica. La tercera visita, con motivo del Segundo Encuentro Mundial de las Familias, se restringió a Río de Janeiro.
La primera vez que Karol Wojtyla pisó Brasil, sus 60 años le permitieron arrodillarse sin problemas y besar el suelo en Brasilia. Juan Pablo II llegaba a un país donde era profundamente querido, que le esperaba coreando la famosa canción 'Joao de Deus' (Juan de Dios), que años después sigue siendo entonada por la 'torcida' del Fluminense, que continúa clamando el apoyo de Juan Pablo II.
Durante los 13 días que permaneció en Brasil, el Papa visitó 12 ciudades y recorrió 30.000 kilómetros, en la que era entonces tan sólo su séptima visita pastoral fuera de Italia. A su paso, Juan Pablo II veía estadios, plazas y calles llenas de brasileños que lo aclamaban con fe. El Papa no dudaba en romper el protocolo y acercarse al pueblo. En una favela de Rio de Janeiro, la conocida como Morro do Vidigal, Juan Pablo II se quitó su anillo de cardenal y se lo regaló a los habitantes del desfavorecido barrio.
Sin embargo, unos de los momentos más destacados de la visita fueron sus encuentro con el general Joao Figuereido, último presidente del régimen militar, y con sindicalistas en Sao Paulo, entre los que se encontraba el ahora presidente, Inácio 'Lula' da Silva, un movimiento considerado 'atrevidos' por muchos analistas. Tras abrazar a un sindicalista maltratado durante la dictadura, el Papa hizo un llamamiento por la libertad sindical y pidió el respeto a los Derechos Humanos.
Después, en 1991 el Papa decidió llegar a Brasil el día 12 de octubre, fiesta de Nossa Aparecida, para dar una nueva inyección de ánimo al catolicismo brasileño. Rompiendo con una de sus tradiciones, un Juan Pablo II con una salud más delicada volvió a besar el suelo brasileño.
En esta ocasión, Juan Pablo II, que fue recibido por el entonces presidente Fernando Henrique Cardoso, visitó siete ciudades en diez días e hizo un total de 31 discursos. Además, el Papa beatificó a la madre Paulina do Coraçao Agonizante de Jesús, que nació en Italia pero vivió en Brasil desde los 16 años. Después, sería canonizada en 2002.
La última visita de Juan Pablo II a Brasil tuvo lugar en 1997, cuando acudió a Rio de Janeiro con motivo del Segundo Encuentro Mundial de las Familias. Ante 190 delegaciones, condenó el aborto, el divorcio y la infidelidad conyugal como tres males de la sociedad moderna. Su última misa ante los brasileños contó con cerca de dos millones de fieles.
Mientras Juan Pablo II, en sus 26 años de Pontificado, realizó 104 viajes por los cinco continentes, visitando más de 120 países, Benedicto XVI ha dado un tono diferente a su Pontificado y, por el momento, tras dos años al frente de la Iglesia católica, sólo ha estado un día fuera de Europa, en noviembre de 2006 cuando visitió Ankara y Efeso, en la parte asiática de Turquía.
'PAPA DE EUROPA'
Por el momento, Benedicto XVI prioriza sus viajes por Europa y parece que no seguirá el ritmo de su antecesor, que le llegó a una media de cinco países visitados por año. Para algunos teólogos, la explicación de sus miras en Europa puede buscarse en su preocupación por la 'descristianización' del viejo continente. Además, no hay que olvidar la edad avanzada de Benedicto XVI, que recientemente cumplió 80 años. Juan Pablo II falleció a los 84 años, tras 26 como Santo Padre.
Tras asumir el relevo del Papa más viajero y mediático de la historia, Benedicto XVI escogió Alemania, su país natal, para su primera salida del Vaticano, en agosto de 2005. El motivo: la Jornada Mundial de la Juventud en Colonia, evento creado por su antecesor.
Después, en mayo de 2006, Benedicto XVI viajó a Polonia y visitó el pueblo natal de Karol Woytila y el campo de concentración de Auschwitz. Ese mismo año, en julio, el Santo Padre acudió a España, con motivo del Encuentro Mundial de las Familias, en Valencia. Dos meses después, volvió a Alemania.
Benedicto XVI terminó 2006 con el viaje a Turquía, el más destacado desde el punto de vista diplomático. Durante sus cuatro días de visita, el sucesor de Pedro visitió la Mezquita Azul y rezó junto a un clérigo musulmán. Después de Brasil, el Papa ha prometido visitar Austria, la sede de la ONU, en Nueva York (Estados Unidos), y Tierra Santa, uno de sus destinos más deseados.
Ahora, el Papa se enfrenta al que será su viaje más largo desde que asumió el Pontificado, en abril de 2005, un viaje con el que se espera que reavive el catolicismo en el continente. Su objetivo formal es la inauguración de la V Conferencia General del Episcopado de Latinoamérica y Caribe en la ciudad de Aparecida. Además, canonizará al beato Frei Galvao y celebrará un encuentro con los jóvenes en el estadio de Pecaembu.
Ante sí, Benedicto XVI se encontrará con una Iglesia afectada por importantes desafíos: el surgimiento de nuevas iglesias y sectas, la crisis de la familia, la violencia en las grandes ciudades y la omnipresente pobreza. Las expectativas son que el Papa lance un mensaje que ayude a la Iglesia a reforzar la fe del pueblo y revertir la tendencia de pérdida de fieles.
Fuente: Terra. es
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