jueves, 17 de mayo de 2007

El Papa quiere poner en el centro de la Iglesia a Jesus


El vaticanista del diario L’Espresso, Sandro Magister, ofrece esta semana un profundo análisis sobre la reciente visita del Papa Benedicto XVI a Brasil y sostiene que el hilo conductor de sus mensajes ha sido claro: la urgencia de “volver a centrar la vida de la Iglesia latinoamericana en Jesús”.

En su columna semanal, que puede leerse en http://chiesa.espresso.repubblica.it/dettaglio.jsp?id=140861&sp=y, Magister sostiene que “desde Brasil resuena una palabra más cortante que una espada. Una palabra que es una persona: Jesús. El mismo al cual Benedicto XVI ha dedicado el libro de su vida. Para el Papa el futuro de la Iglesia en América Latina y en el mundo está ligado a la obediencia a Él. Y se ha sentido en el deber de recordarlo a los obispos”.

Según el vaticanista, aunque el discurso más esperado fue el que pronunció al inaugurar la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, en Aparecida, el “que será recordado en el futuro, como el más revelador de los objetivos del Papa ha sido otro. Ha sido el que dirigió a los obispos de Brasil en la catedral de Sao Paulo, al final de las vísperas del viernes 11 de mayo”.

“El claro intento de Benedicto XVI es el de volver a centrar la vida de la Iglesia latinoamericana en Jesús, verdadero Dios y verdadero Hombre: una Iglesia que a su juicio, en los últimos decenios ha desplazado demasiado su centro hacia el terreno sociopolítico, bajo el influjo de la teología de la liberación”, sostiene.

El periodista explica que “para Benedicto XVI, una evangelización fuerte es la verdadera respuesta a los ataques a la familia, a los delitos contra la vida, al abandono del catolicismo a favor de los nuevos cultos evangélicos y pentecostales. También el celibato del clero vacila cuando ‘la estructura de la total consagración a Dios comienza a perder su significado más profundo’. Y también a los pobres se les ofrece ‘el bálsamo divino de la fe sin descuidar el pan material’”.
“En cada una de estas indicaciones dadas por Benedicto XVI a los obispos del Brasil es fácil intuir las situaciones que las originan: desde la desenfrenada espontaneidad litúrgica a la violación difundida del celibato sacerdotal. El Papa no se ha extendido en describir tales situaciones”, advierte Magister.

“En cambio, Benedicto XVI ha centrado toda su prédica en el fundamento del que partió en el discurso a los obispos: Jesús. O sea, ha hecho el mismo trabajo de concentración sobre lo esencial que caracteriza su encíclica ‘Deus caritas est’ y su libro sobre ‘Jesús de Nazaret’”, agrega.

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