domingo, 6 de mayo de 2007

El Papa canonizara al primer santo Brasileño


Cada día miles de creyentes se apiñan en un viejo monasterio en el centro de Sao Paulo y esperan horas para recibir diminutas bolitas de papel que creen milagrosas.

En ellas está escrita una oración citada por un monje franciscano del siglo XVIII y que está a punto de convertirse en el primer santo nacido en Brasil, el país con mayor número de católicos en el mundo.

Se calcula que más de un millón de personas asistirán el 11 de mayo a la misa en la que el papa Benedicto XVI canonizará a Antonio de Sant'Anna Galvao, el primer santo nacido en Brasil y conocido aquí simplemente como "Frei Galvao" (1739-1822).

Las "pastillas de Frei Galvao", que según sus creyentes curan desde la infertilidad hasta el mal de Alzheimer, están hechas de papel de arroz y en ellas está escrita en latín la siguiente oración: "Después del parto, la virgen permaneció intacta. Madre de Dios, intercede por nosotros".

Para ser bendecido por un milagro los devotos deben tragar tres de esas píldoras en un período de nueve días o una novena.

"Hace tres años, a mi madre le diagnosticaron el mal de Alzheimer y poco después ya no podía cuidarse a sí misma", dijo Antonio Celso Poltronieri bajo el ardiente sol y mientras estaba parado en la fila frente al Monasterio Luz, donde se distribuyen las pastillas.

Según los creyentes, entre 1785 y 1788 Galvao fue buscado por dos hombres que le pidieron rezar por la salud de sus familiares, uno enfermo de los riñones y otra mujer que tenía dificultades al dar a luz. El franciscano no pudo ir personalmente a ver a los enfermos, pero envió la oración escrita en un pedazo de papel y recomendó que lo hicieran tomar como remedio a los enfermos. Según la historia, ambas personas sanaron y desde entonces comenzó a extenderse por el país la fama de "las pastillas de Frei Galvao".

Monjas de clausura de la Congregación de las Hermanas de la Inmaculada Concepción preparan las más de 5.000 pastillas distribuidas diaria y gratuitamente en el monasterio.

La hermana Celia Cadorin, responsable de supervisar la vida, obra y santidad del candidato a los altares, dijo que el primer milagro atribuido a las pastillas de Galvao fue reportado en 1780 "y hasta hoy siguen llegando tales reportes".

El Vaticano exige por los menos dos milagros confirmados para la beatificación y posterior canonización.

Cadorin seleccionó dos casos, entre 5.000, los cuales fueron revisados por un equipo designado por el Vaticano. Galvao fue beatificado en 1998.

El primer caso se registró en 1990: Daniela Cristina da Silva, de cuatro años, entró en coma y tuvo un ataque cardíaco tras fallas en los riñones y el hígado provocadas por hepatitis A en la unidad de terapia intensiva del Hospital Emilio Ribas, en Sao Paulo.

"Los doctores me dijeron que rezara porque sólo un milagro la podría salvar", dijo su madre Jacyra en una entrevista a la AP. "Recé y mi hermana se metió en la unidad de cuidados intensivos e hizo tragar a mi hija las pastillas de Galvao", relató.

Fuente: Agencia Brasileña de Noticias

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