viernes, 11 de mayo de 2007

El Papa canoniza a Fray Galvao


Cerca de un millón de personas son esperadas en la misa en el inmenso aeródromo de Campo de Marte, donde la vigilia de los fieles comenzó a las dos de la madrugada y donde el papa Juan Pablo II había celebrado también una misa en 1980, en su primera visita a Brasil.

Parte de quienes se congregaron desde temprano para ver al pontífice eran jóvenes que participaron el jueves de noche en el Encuentro con la Juventud, en el estadio de Pecaembú, donde el Papa los llamó a convertirse en 'apóstoles' del mensaje cristiano y a respetar la castidad y el matrimonio, al tiempo que reiteró su mensaje contra el aborto y la eutanasia.

Las decenas de miles de muchachos que colmaron las tribunas del estadio cantaron, bailaron y rezaron emocionados, en la primera celebración masiva del pontífice, que llegó el miércoles a Brasil para una visita de cinco días.

El nuevo santo brasileño, Fray Galvao, quien será conocido de ahora en adelante como San Antonio de Sant'Anna Galvao, nació en 1739 y falleció en 1822. Es venerado por sus supuestas curas de enfermos desahuciados, gracias a sus famosas 'píldoras milagrosas', minúsculos papelitos enrollados con una invocación a la Virgen María.

Los 'milagros' validados por la Iglesia, a través de la ingestión de sus 'píldoras', fueron la cura de una niña con hepatitis de cuatro años en 1990, que le valió la beatificación, y posteriormente, en 1999, el que confirmó su calidad de santo: el embarazo de una mujer con malformación de útero.

Tras la misa, Benedicto XVI será recibido por los obispos brasileños en la catedral de la capital económica del país. Allí prevé pronunciar una homilía y se espera que esboce las orientaciones para la Iglesia Católica de Brasil, que reúne la mayor cantidad de fieles del mundo pero confrontada al fuerte avance de grupos evangélicos.

Finalizada la ceremonia, el Papa tiene previsto viajar en helicóptero hasta Aparecida (160 kilómetros de Sao Paulo), santuario dedicado a la Virgen patrona de Brasil, para inaugurar el domingo la apertura de la V Conferencia Episcopal de América Latina y el Caribe (Celam), que buscará reflexionar sobre los desafíos de la Iglesia en la región.

Esta visita es considerada el primer acercamiento del papa Benedicto XVI a América Latina, que acoge a la mitad de los fieles del mundo, unos 600 millones.

El pontífice ha señalado su interés en la evangelización de una región que ha perdido gran número de fieles en los últimos años, a costa del crecimiento de las iglesias evangélicas pentecostales.

Solo en Brasil el número de católicos se ha reducido de un 74% a un 64% en los últimos diez años, desde la visita del anterior Papa, Juan Pablo II, mientras que los evangélicos aumentaron del 11 al 17% de la población, reveló una encuesta divulgada el domingo.


Fuente: Terra.es

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