Sandro Magister explica su vision del caso Wielgus
El vaticanista del diario italiano L’Espresso, Sandro Magister, dedica su habitual columna semanal a analizar el caso de Mons. Stanislaw Wielgus, el pastor polaco que presentó su renuncia al cargo de Arzobispo de Varsovia 40 horas después de asumir esta responsabilidad, y estima que el Papa Benedicto XVI le habría pedido su dimisión tras conocer sus nexos con el pasado régimen comunista.
Bajo el título “El caso Wielgus. El por qué de la dimisión”, Magister explica que la renuncia de Wielgus “se explica sólo con un acto de autoridad de Benedicto XVI en persona”.
“Si al final, imponiendo la dimisión, el Papa se ha decidido a invertir la línea de conducta que mantenía hasta ese momento, de apoyo constante al mismo Wielgus como nuevo jefe de la diócesis más importante de Polonia, es porque lo deben haber convencido hechos verdaderamente muy graves”, señala.
Magister sostiene que “del pasado de Wielgus como colaborador de la Sluba Bezpieczenstwa no había nada en el perfil transmitido a Roma por el Nuncio. Sin embargo en Polonia ya circulaban noticias de documentos que lo podrían haberlo condenado”.
“El 5 de enero Wielgus tomó posesión del cargo de Arzobispo de Varsovia y dijo haber informado al Papa de sus errores antes de recibir el nombramiento”, recuerda el vaticanista.
“El mensaje de la Epifanía en nada hacia prever la dimisión. Wielgus pedía a los fieles de Varsovia ‘acogerlo’ como nuevo arzobispo: ‘seré entre ustedes como un hermano que desea unir y no dividir’. Agregaba solamente: ‘me someto a cualquier decisión del Papa’”.
"La orden le llegó el mismo día, antes de la noche: dimitirse. Habían finalmente llegado al Vaticano, traducidas al alemán, las cartas de los servicios secretos (...) Pero fue sobre todo el mensaje que había hecho leer esa mañana en las iglesias lo que había decepcionado al Papa. Benedicto XVI nunca había escuchado esas cosas antes, de ese modo, por parte del hombre en quien había puesto tanta confianza, para la Polonia católica de los grandes Wyszynski y Wojtyla”, agrega Magister.
La renuncia de Mons. Wielgus “no ha puesto fin a la tempestad que sacude a la Iglesia Católica en Polonia y en Roma”, debido a un “enemigo externo” y “enemistades internas en la Iglesia que causan estragos”.
El vaticanista recuerda que en su viaje a Polonia, Benedicto XVI pidió desde la Catedral de Varsovia a obispos, clero y fieles polacos tres cosas: “humilde sinceridad” en admitir los errores del pasado; magnanimidad en juzgar las culpas cometidas “en otros tiempos y en otras circunstancias”; y orgullo por todo el bien realizado en aquellos años, durante la resistencia a un totalitarismo que “generaba hipocresía”.
“Pero ninguna de estas tres consignas ha sido respetada en las convulsionadas semanas entre el nombramiento y la dimisión de Wielgus”, considera.
Magister agrega que “el enemigo externo hace su parte en la actual” ola de ataques contra la Iglesia en Polonia y cita además las “encendidas campañas de Radio Maryja polaca –ninguna relación con la homónima emisora en Italia– que ha llegado incluso a acusar de estar coludido con el régimen comunista al ícono de su derrocamiento pacífico, Lech Walesa; y que en cambio, después, ha defendido hasta el último, de estas mismas acusaciones, al Arzobispo Wielgus, gran protector de la misma Radio”.
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