domingo, 14 de enero de 2007

El Papa ira a Brasil el 13 de mayo a la V Conferencia de Obispos Latinoamericanos


Así lo anunció hoy en el Vaticano el sacerdote venezolano David Gutiérrez Gutiérrez, director de la oficina de prensa del Consejo Episcopal Latinoamericano.

La V Conferencia de la Iglesia católica latinoamericana tiene como lema 'Discípulos y misioneros de Jesucristo para que en El nuestros pueblos tengan vida' y se celebrará en el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida (Brasil), agregó.

Aunque el objetivo de la reunión era sólo informar sobre la conferencia, Gutiérrez adelantó que Benedicto XVI la inaugurará el 13 de mayo con una misa multitudinaria y dirigirá un discurso a toda la Iglesia católica del continente al que Juan Pablo II llamó de la 'esperanza', donde viven la mitad de los más de mil millones de católicos que hay en el mundo.

A la espera de conocer el programa definitivo, y según fuentes brasileñas, Benedicto XVI llegará a Brasil el 9 de mayo.

La primera parada la hará en Sao Paulo, donde se reunirá con la Iglesia católica local, mantendrá un encuentro multitudinario con los jóvenes y oficiará una misa a la que se espera asistan más de un millón de fieles.

De Sao Paulo se trasladará a Aparecida, distante 160 kilómetros, donde se alza el Santuario de Nuestra Señora, el más famoso de Brasil, visitado todos los años por una media de ocho millones de fieles, donde se venera la Virgen aparecida a finales de 1700, de color oscuro como lo eran los esclavos llevados de África a Brasil.

Según las fuentes brasileñas, el viaje se limitará a Brasil, y Benedicto XVI regresará a Roma tras la inauguración de la V Conferencia, que se prolongará hasta el 31 de mayo.

El Vaticano anunciará el viaje, como es habitual, un mes antes. Su portavoz, el jesuita Federico Lombardi, se limitó a decir hoy que está en preparación.

La conferencia se celebrará en el complejo del santuario, templo en cuyo interior caben 35.000 personas y dispone de una gran explanada.

A la misma asistirán 176 obispos arzobispos y cardenales, de toda América Latina, el Caribe, EEUU, Canadá, España y Portugal, 24 sacerdotes diocesanos, 23 religiosos, cuatro diáconos, 17 laicos, seis representantes ecuménicos, cinco miembros de organismos de ayuda a la Iglesia católica y 15 expertos.

En total serán 270 los participantes, procedentes de 35 países, de las 22 conferencias del CELAM y de las de EEUU y Canadá y de España y Portugal, países estos últimos cuyas iglesias son consideradas por el Consejo Episcopal Latinoamericano puntos de referencia.

Participará un obispo por cada ocho prelados latinoamericanos. El mayor número será de brasileños (una veintena), seguido de mexicanos, las dos iglesias locales con mayor número de fieles y prelados.

Los asistentes analizarán, entre otros, el avance de las sectas y la pérdida de la fe católica, la pobreza, los excluidos, la brecha cada vez mayor entre ricos y pobres en ese continente debido a la globalización, la violencia, el narcotráfico, el papel de la mujer y los jóvenes en la Iglesia católica y la situación política.

Con respecto a la política, Gutiérrez señaló que es lógico que se analice a raíz de los cambios que se están produciendo en los últimos años en América Latina.

El documento final, una exhortación, será remitido al Papa, que, como en las anteriores conferencias, se espera lo apruebe en breve tiempo.

La primera conferencia general del episcopado latinoamericano se celebró en Río de Janeiro en 1955. Una de sus decisiones fue pedir al papa Pío XII la fundación del CELAM, como organismo de coordinación pastoral.

La segunda se celebró en Medellín (Colombia) en 1968 y fue inaugurada por el papa Pablo VI, en su única visita al continente americano.

La tercera se celebró en Puebla (México) en 1979 y a la misma asistió Juan Pablo II y la cuarta tuvo como sede Santo Domingo en 1992 y también fue inaugurada por el Papa Wojtyla.

Siguiendo la tradición de que el Papa la inaugure en tierras americanas, Benedicto XVI confirmó su deseo de presidirla y pidió que se celebrase junto a un santuario mariano. De ahí la elección de Aparecida.

En un principio se pensó en Quito, pero al final se descartó debido a la altura, que no beneficiaba la salud del papa Juan Pablo II.

Argentina propuso Buenos Aires y Chile Santiago, pero al final se decantó por Aparecida, debido a que es el santuario más visitado de América del Sur y eso que no está en una ciudad grande, sino en una con sólo 30.000 habitantes, a la que hay que ir expresamente.

Fuente: Terra. es

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