Un obispo chino "oficialista" defiende la intervencion del Papa para nombrar obispos

Los obispos chinos deberían contar con el visto bueno del Papa Benedicto XVI, según un responsable de la Iglesia católica que cuenta con el apoyo del Gobierno y que es citado hoy por el diario 'South China Morning Post', en declaraciones que contrastan con la insistencia de Pekín de nombrar a los prelados.

'Lo más importante para los obispos es mantenerse en cercana comunión con el Santo Padre. Esto significa que cuando un obispo es ordenado, debería contar con la aprobación papal', afirmó Zhan Silu, vicepresidente de la oficial Iglesia (Asociación) Patriótica Católica de China.

Paradójicamente Zhan, obispo de la diócesis de Mindong, en la provincia suroriental de Fujian, fue uno de los prelados que la Iglesia Patriótica, bajo control directo de Pekín y única autorizada oficialmente, nombró en 2006 sin la aprobación de Roma.

Su ordenación y la de otros dos prelados (que fueron excomulgados) supuso el fin de dos años de distensión en las relaciones entre el Vaticano y China, durante los cuales la Santa Sede proponía obispos y el Gobierno chino los avalaba.

Según dijo Zhan al diario de Hong Kong, los detalles de la ordenación deberían ser una cuestión de 'negociación diplomática'.

Esta opción está en línea con la propuesta por el cardenal de Hong Kong, Joseph Zen, quien instó a China a considerar el 'modelo vietnamita', según el cual el Vaticano propone a varios candidatos de los cuales el Gobierno elige y el Papa da su aprobación final.

Para restaurar las relaciones diplomáticas con el Vaticano, Pekín insiste en que la Santa Sede debe cumplir dos condiciones previas: romper sus lazos con Taiwán y dejar de ejercer su intromisión en los asuntos internos chinos, entre ellos la designación de obispos.

'Una vez que los asuntos diplomáticos (entre China y el Vaticano) estén resueltos, un montón de problemas se solucionarán fácilmente', aseguró el obispo Zhan durante la sesión anual de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC, máximo organismo asesor), de la que es delegado.

China y el Vaticano rompieron lazos diplomáticos en 1951, cuando Roma excomulgó a tres obispos nombrados unilateralmente por Pekín, aunque Benedicto XVI se ha marcado, como uno de los objetivos de su Pontificado, restablecer los lazos.

Los católicos chinos están divididos entre los 5,2 millones de seguidores de la Iglesia (Patriótica) oficial y los 12 millones de la 'clandestina', fiel a Roma, aunque el acercamiento entre ambos grupos es cada vez mayor.

Fuente: Terra.es