EL Papa confiesa a seis jovenes en la Basilica de San Pedro
El Papa Benedicto XVI confesó ayer a seis jóvenes en la Basílica de San Pedro, en el marco de una celebración de la Penitencia con miles de jóvenes de la Diócesis de Roma. Durante el encuentro el Santo Padre presidió una liturgia, tras la cual se puso una estola morada y entró en un confesionario para administrar el sacramento de la Reconciliación a seis jóvenes. Otros 55 sacerdotes hicieron lo mismo.
Momentos antes, al dirigirse a los jóvenes presentes en la Basílica de San Pedro, el Papa recordó que "en el corazón de todo ser humano, mendigo de amor, hay sed de amor. Más aún, el cristiano no puede vivir sin amor. Si no encuentra el amor verdadero ni siquiera puede definirse plenamente cristiano porque (...) no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva".
"Con el Bautismo habéis nacido ya a una vida nueva en virtud de la gracia de Dios -observó luego el Santo Padre-, pero como esta nueva vida no ha acabado con la debilidad de la naturaleza humana (...) se os brinda la oportunidad de acercaos al sacramento de la confesión. Experimentáis así el "perdón de los pecados", la reconciliación con la Iglesia; la recuperación del estado de gracia, si se ha perdido, (...) la paz y la serenidad de la conciencia y el consuelo del espíritu, el aumento de las fuerzas espirituales para la lucha cristiana".
Cristo "espera que nos dejemos atraer por su amor y experimentemos toda su grandeza y belleza, pero no es bastante. Cristo nos lleva a sí para unirse a cada uno de nosotros, para que por nuestra parte aprendamos a amar a los hermanos con su mismo amor". Al salir de esta celebración (...) estad preparados para osar el amor en vuestras familias, en las relaciones con vuestros amigos y con quien os ha ofendido. Estad preparados para dar un testimonio auténticamente cristiano" en todos los ambientes.
Después, dirigiéndose a los novios, el Papa Benedicto XVI les pidió que vivieran el noviazgo "en el amor verdadero, que comporta siempre el respeto recíproco, casto y responsable", y agregó que "si Dios llama a alguno de vosotros a una vida de consagración particular, estad dispuestos a responder con un sí generoso y sin compromisos".
Fuente: Noticias de Suramerica
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