domingo, 31 de diciembre de 2006

Vistazo a la agenda del Papa en el año 2006


La reforma de la Curia, la publicación de su primera encíclica, el nombramiento de sus primeros 15 cardenales y el difícil viaje a la Turquía musulmana marcaron este segundo año de Pontificado de Benedicto XVI, en el que fue castigado el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel.

En este año, Benedicto XVI, de 79 años, viajó también a Valencia (España), donde reafirmó la vigencia de la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, la única -según dijo- capaz de contrarrestar el hedonismo que impera en la sociedad actual, cada vez más secularizada.

También viajó a Polonia, donde visitó los campos de concentración y exterminio nazi de Auschwitz y Birkanau y en los que condenó duramente el nazismo y pronunció una frase que pasará a la historia: "¿Dónde estaba Dios en aquellos días, por qué calló, Cómo pudo tolerar ese exceso de destrucción, ese triunfo del mal?"

Un año y medio después de ser elegido Papa, Joseph Ratzinger tomó en este 2006 la decisión más importante para la reforma de la Curia: nombró al cardenal italiano Tarcisio Bertone, de 71 años, nuevo secretario de Estado, en sustitución del cardenal Angelo Sodano, quien durante los últimos 15 años fue el "número dos" del Vaticano.

También cambió al titular de "exteriores", ya que el arzobispo francés Dominique Mamberti sustituyó al italiano Giovanni Lajolo.

Los cambios también afectaron al portavoz vaticano. Después de 22 años, el laico español Joaquín Navarro Valls, miembro del Opus Dei, cedió el puesto al jesuita Federico Lombardi, director de Radio Vaticano y del Centro Televisivo Vaticano (CTV).

Benedicto XVI comenzó el año con la publicación de su primera encíclica, "Deus Caritas Est" (Dios es amor), en las que no trazó, como suele ser tradición en los papas las líneas del pontificado, sino que se refirió al amor y a la caridad eclesiástica.

En el texto afirmó, entre otras, que el amor por excelencia es entre un hombre y una mujer; que la Iglesia no puede sustituir al estado a la hora de buscar la justicia, y que el "sueño" marxista se ha desvanecido. También rechazó que el cristianismo destruya al eros.

Benedicto XVI también nombró este año los primeros quince cardenales del Pontificado, entre ellos los arzobispos de Toledo (España), Antonio Cañizares; y Caracas, Jorge Urosa, por lo que con esos nombramientos situó en 120 el número de cardenales con derecho a participar en un cónclave (por tener menos de 80 años).

La unidad de los cristianos es una de las prioridades del Benedicto XVI. Esa prioridad le llevó a Turquía, de mayoría musulmana y donde viven escasamente 30 mil cristianos.

Una visita que tenía en principio un marcado objetivo ecuménico, como era reunirse con el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla en Estambul derivó en un asunto político, debido al discurso que pronunció en septiembre en Ratisbona (Alemania) considerado "ofensivo" por el mundo islámico.

Y es que la cita que hizo en Rastisbona del diálogo entre el emperador bizantino Manuel II Paleólogo y un erudito persa, en el que el mandatario decía que "Mahoma no había traído nada novedoso excepto la orden de extender la fe mediante la espada" puso en pie de guerra al mundo musulmán.

En medio de la polémica llegó el Papa a Turquía, pero sus manifestaciones favorables a la entrada de Turquía en la UE y el rezo durante unos minutos en el "Mihrab" de la mezquita Azul de Estambul, el lugar que mira hacia La Meca, "desarmaron" los temores y hostilidades", según afirmó el cardenal vicario de Roma, Camillo Ruini.

En Estambul el Papa y el patriarca ortodoxo Bartolomé I se dieron un abrazo fraternal y Benedicto XVI abogó por la unidad de los cristianos, pues dijo que la separación -que dura casi mil años- quita credibilidad a los seguidores de Cristo a la hora de divulgar el Evangelio.

Además de Turquía, Polonia y España, también viajó a su Baviera natal, en Alemania.

En este año Benedicto XVI castigó al fundador de los Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel, de 86 años, investigado por abusos sexuales contra seminaristas.

El Papa le exigió que renuncie "a todo ministerio público" y que lleve una vida retirada, de oración y penitencia. La medida subrayó la línea de "tolerancia cero" adoptada por el Papa Ratzinger para casos de este tipo y otros contrarios a la moral de la Iglesia.

A finales de año, el arzobispo jubilado africano y exorcista Emmanuel Milingo volvió a causar dolores de cabeza al Papa: se casó de nuevo con la coreana Maria Sung, ordenó obispos a cuatro curas casados sin el permiso papal y creó una organización en defensa del reconocimiento de los curas casados.

La respuesta del Vaticano fue automática: la ex comunión del prelado, que sigue desafiando a la Santa Sede.


Fuente: Zenit.org

No hay comentarios: