martes, 26 de diciembre de 2006

Los desafios del Papa en este año de 2006



Como ya es tradicional y siguiendo la costumbre de sus antecesores, con motivo de la Navidad Benedicto XVI se encontró en la Sala Clementina del Palacio Apostólico con los cardenales, miembros de la Familia Pontificia y de la Curia Vaticana, para transmitirles los saludos navideños.

En su extenso discurso el Santo Padre destacó que el año que termina “nos deja en la memoria la profunda huella de los horrores de la guerra que tuvo lugar cerca de Tierra Santa, así como del peligro de un enfrentamiento entre culturas y religiones, un peligro que amenaza todavía en este momento histórico. El problema de las vías para la paz se ha convertido en un desafío de primera importancia para todos los que se preocupan por el ser humano".

Repasó luego los cuatro viajes apostólicos internacionales que realizó en 2006: a Polonia (del 25 al 28 de mayo), a Valencia (del 8 al 9 de julio); a Baviera (del 9 al 14 de septiembre) y a Turquía (del 28 de noviembre al 1 de diciembre).

Viaje a Polonia

El Pontífice se refirió primero a su visita pastoral a Polonia "era un deber de gratitud por todo lo que Juan Pablo II me ha dado personalmente y sobre todo a la Iglesia y al mundo durante el cuarto de siglo de su servicio.

El matrimonio y la familia temas del viaje a Valencia

Luego señaló que "el matrimonio y la familia fueron los temas del viaje a Valencia (España) en julio". En este sentido, recordó los testimonios que escuchó de familias que han atravesado momentos de crisis, pero que lograron superarla con gran esfuerzo, hasta volver a encontrar la felicidad.

El Papa destacó luego que "el hombre de hoy se siente inseguro ante el futuro" y esto unido "a la voluntad de poseer toda la vida para sí es quizá la razón más profunda por la que el riesgo de tener hijos supone para muchos algo casi insostenible"; y advirtió que "si no aprendemos nuevamente los fundamentos de la vida, si no descubrimos otra vez la certeza de la fe, será cada vez menos posible confiar a los demás el don de la vida y la tarea de un futuro desconocido"

Las uniones homosexuales

"En este momento –subrayó– no puedo dejar de manifestar mi preocupación por las leyes sobre las parejas de hecho. Cuando se crean nuevas formas jurídicas que relativizan el matrimonio, la renuncia al vínculo definitivo obtiene también un sello jurídico". Además, si se relativiza la diferencia de sexos, "se confirman de un modo tácito aquellas teorías funestas que quitan toda relevancia a la masculinidad y a la feminidad de la persona humana, como si se tratase de un hecho puramente biológico".

Visita pastoral a Alemania

Refiriéndose posteriormente a su viaje apostólico a Baviera-Munich, Altötting, Ratisbona y Freising, Benedicto XVI puso de manifiesto que el viaje de septiembre pasado a su patria "tenía como principal intención resaltar el tema de 'Dios', teniendo en cuenta que "el gran problema de Occidente es el olvido de Dios".

Sacerdocio y celibato

"El fundamento verdadero de la vida del sacerdote, la tierra de su vida es Dios mismo. Este carácter teocéntrico de la existencia sacerdotal es muy necesario en nuestro mundo completamente funcional, donde todo se basa en servicios calculados y verificables. El sacerdote debe conocer a Dios desde dentro para llevarlo a la humanidad: es el servicio prioritario que ésta necesita".

Diálogo entre fe y razón

Benedicto XVI introdujo el tema del diálogo recordando su encuentro hace años con el filósofo alemán Jürgen Habermas, quien expresó al entonces cardenal Joseph Ratzinger la necesidad de encontrar "pensadores capaces de traducir las convicciones cifradas de la fe cristiana en el lenguaje del mundo secularizado para hacerlas más eficaces de forma nueva".

"De hecho –observó el Papa– cada vez es más evidente la urgencia que tiene el mundo de un diálogo entre fe y razón", sobre todo cuando "la capacidad cognoscitiva del ser humano, su dominio sobre la materia gracias a la fuerza del pensamiento, ha conseguido progresos inimaginables" y "su poder, crecido gracias a la ciencia, se convierte en un peligro que amenaza a la persona y al mundo".

Visita a Turquía

Otro tema importante del discurso a la Curia fue la visita apostólica a Turquía, que "me ofreció la ocasión de manifestar también públicamente mi respeto por la religión islámica". El Papa observó que en el diálogo con el Islam es necesario tener en cuenta que "el mundo musulmán se encuentra hoy ante una tarea similar a la impuesta a los cristianos a partir del Iluminismo y que el Concilio Vaticano II, como fruto de una fatigosa búsqueda, tradujo en soluciones concretas para la Iglesia Católica".

Llamado a la paz

Benedicto XVI dedicó los últimos párrafos de su extenso discurso al tema de la paz. "Tenemos que aprender que la paz no puede alcanzarse solamente desde el exterior", afirmó, pues "el intento de establecerla con la violencia, acarrea solo nueva violencia"; dijo el Pontífice.


Fuente: Agencia AICA

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