El Papa y Bush hablaro de Irak y Oriente Medio

George W. Bush afirmó antes de la audiencia especial en El Vaticano de Benedicto XVI que tendrá muy en cuenta todo lo que le diga el Papa sobre Irak y reflexionará sobre sus palabras.

Paz justa y necesaria

Pese a que en la audiencia figuran otras cuestiones, Hechos de Hoy confirmó en fuentes vaticanas que la situación en Oriente Medio, la necesidad de una paz justa y necesaria y el fin de la violencia en los conflictos de la región, especialmente Irak, es el nervio central de un encuentro rodeado de enorme expectación. Benedicto XVI, que ha recibido a George W. Bush en su estudio privado del palacio apostólico, aprecia su posición sobre cuestiones como la familia, el aborto y la eutanasia.

La parte más delicada de la visita de George W. Bush a Roma, a donde llegó acompañado por su esposa y una numerosa delegación, tuvo que ser anulada por motivos de seguridad. La visita a la iglesia de Santa María de Trastévere, en la plaza del mismo nombre, y a la vecina sede de la Comunidad de San Egidio, asociación católica empeñada en la mediación de conflictos, fue suprimida a última hora. Las estrechas callejuelas del barrio creaban problemas para el dispositivo de seguridad, por lo que el presidente estadounidense no podrá visitar la llamada "ONU de Trastévere", que se opuso fuertemente a la guerra en Irak.

Roma, en estado de sitio

La capital italiana se encuentra desde el viernes en virtual estado de sitio por la visita del presidente estadounidense, George W. Bush, a Italia y El Vaticano. Sus encuentros con el presidente Giorgio Napolitano, el papa Benedicto XVI y el jefe de Gobierno italiano, Romano Prodi acaparan la atención de corresponsales y enviados especiales. George W. Bush llegó el viernes por la noche procedente de Polonia e inmediatamente después de haber participado en Alemania en la cumbre de los países más industrializados del G-8.

Un imponente dispositivo de seguridad con policía, carabineros y agentes de civil vigilan las estaciones de trenes, del metro, los monumentos y los accesos al casco histórico de la capital por la llegada de George W. Bush. Unos 10.000 agentes han sido movilizados para garantizar la seguridad de la capital, ya que se teme que las dos manifestaciones organizadas para protestar contra la política de George W. Bush en Irak generen actos de violencia. La segunda visita del presidente de Estados Unidos a Italia y El Vaticano, después de la realizada el 4 de junio del 2004, ha provocado la reacción de varios sectores políticos, en particular de la extrema izquierda y de los movimientos antiglobalización.

Un clima tenso y delicado

Dos formaciones que forman parte del gobierno de centro izquierda, el Partido de la Refundación Comunista y el Partido de los Comunistas Italianos, organizaron para este sábado un concierto-protesta en la céntrica Plaza del Pueblo. Pese a que Romano Prodi ha pedido a los miembros del gobierno, en particular a los ministros, que no participen en la marcha de los antiglobalización ni en el concierto, los líderes de varios partidos de la coalición gubernamental y varios parlamentarios han confirmado su asistencia.

La visita de George W. Bush se desarrolla en un clima tenso y delicado, ya que las relaciones entre el gobierno de centro izquierda italiano, en el poder desde abril del 2006, y la administración estadounidense han vivido momentos de fuerte contraposición.

Posición moderada de Bush

La apertura de un juicio en ausencia contra 26 agentes de la CIA por el secuestro en 2003 de un imán en Milán, el retiro de los soldados italianos de Irak, las protestas callejeras por la ampliación de la base estadounidense de Vicenza, además de las críticas del ministro de Relaciones Exteriores, Massimo D´Alema, al nuevo proyecto de escudo antimisiles, son algunos de los argumentos de fricción entre los dos países.

Romano Prodi, quien no ha sido recibido en la Casa Blanca en sus 14 meses de gobierno, mantiene una posición moderada entre los varios sectores antiamericanos del gobierno. "Prodi y Bush no se quieren pero sus países tienen intereses comunes y se necesitan", explicó Stefano Silvestri, presidente del Instituto de Asuntos Internacionales.

Fuente: Hechos de hoy. com