
El papa Benedicto XVI afirmó hoy que la Iglesia tiene el "derecho de pronunciarse sobre los problemas morales que sacuden la conciencia de todos los seres humanos, en particular legisladores y juristas", en un discurso efectuado a la Unión de Juristas católicos.
El Sumo Pontífice rechazó la acusación de "injerencia" para la Iglesia cuando ésta afirma "la defensa de los grandes valores que dan sentido a la vida de la persona y salvaguardan su dignidad".
Por otra parte, el Papa sostuvo que no es "sano laicismo" excluir los símbolos religiosos de los lugares públicos, como oficinas, escuelas, tribunales, hospitales y cárceles.
Benedicto XVI criticó en particular la "visión anti-religiosa de la vida, del pensamiento y de la moral", según la cual se quiere excluir la religión de la "vida pública", confinándola a la esfera privada.
Fuente: Vaticano.vat
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